Una vez que ya me he presentado y les he comentado un poco sobre la mas hermosa posición del fútbol , creo que la mejor manera posible de comenzar es con una buena definición de lo que significa ser portero.
" Si los goles son la salsa del fútbol, las paradas son la verdadera esencia; sin especias ni aromas añadidos, la metería prima de este deporte. Estas caras de desolación, de rabia y de incredulidad no responden a un fallo ante el gol, sino a la estupefacción frente a un enorme acierto. En estas expresiones no hay culpabilidad sino una secreta admiración. Mientras que el entrenador es el padre del equipo, el portero es la madre, quien se encarga de guardar la casa; el último responsable de que todo permanezca en su sitio, el jugador sobre el que se edifica el dibujo de la escuadra, el nº 1, las paradas inverosímiles. No importa en que categoría, ni en que competición, son parte de la belleza del fútbol.
Yashin, Fillol, Dino Zoff, Khan, Buffon o Casillas, los mejores de la historía, cortocircuitan la emoción del gol inminente. Funden la pasión de un sector de la grada al tiempo que alumbran de alivio y de esperanza a la otra mitad del estadio; como cuando Banks le sacó este remate a Pelé en la mejor parada de la historía.
El portero es un hombre solitario, viste diferente y tiene el poder de usar las manos, pero vive confinado en su cárcel de cal. Su papel es dramático, se juega ser héroe o villano; el delantero con la salsa de sus goles es el cheef del fútbol, el portero con sus paradas es el verdadero cocinero de la parte de atrás.
" Si los goles son la salsa del fútbol, las paradas son la verdadera esencia; sin especias ni aromas añadidos, la metería prima de este deporte. Estas caras de desolación, de rabia y de incredulidad no responden a un fallo ante el gol, sino a la estupefacción frente a un enorme acierto. En estas expresiones no hay culpabilidad sino una secreta admiración. Mientras que el entrenador es el padre del equipo, el portero es la madre, quien se encarga de guardar la casa; el último responsable de que todo permanezca en su sitio, el jugador sobre el que se edifica el dibujo de la escuadra, el nº 1, las paradas inverosímiles. No importa en que categoría, ni en que competición, son parte de la belleza del fútbol.
Yashin, Fillol, Dino Zoff, Khan, Buffon o Casillas, los mejores de la historía, cortocircuitan la emoción del gol inminente. Funden la pasión de un sector de la grada al tiempo que alumbran de alivio y de esperanza a la otra mitad del estadio; como cuando Banks le sacó este remate a Pelé en la mejor parada de la historía.
El portero es un hombre solitario, viste diferente y tiene el poder de usar las manos, pero vive confinado en su cárcel de cal. Su papel es dramático, se juega ser héroe o villano; el delantero con la salsa de sus goles es el cheef del fútbol, el portero con sus paradas es el verdadero cocinero de la parte de atrás.
Soy distinto, no soy como los demás; todos dicen que el espectáculo son los goles, mi objetivo es evitarlos. Sacar una mano en el último segundo y acallar los gritos de 100.000 personas. El balón no puede tocar la red. Un 0 en el marcador, es el mejor resultado, pero a veces me pregunto... ¿qué se siente... al marcar un gol ?
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